miércoles, 4 de mayo de 2011

La cena en castellano

La cena (684-687 a, 688b-694)

Un único ganso había, custodia de la mínima villa,

el cual, para los dioses sus huéspedes los dueños a sacrificar se aprestaban.

Él, rápido de ala, a ellos, lentos por su edad, fatiga,

y los elude largo tiempo: los dioses impidieron que se le matara

y: «Dioses somos, y sus merecidos castigos pagará esta vecindad

impía», dijeron; “a vosotros inmunes de este

mal ser se dará , solamente abandonad vuestras casas

y acompañad nuestros pasos y a lo alto del monte

marchad a la vez». Obedecen ambos, y con sus bastones aliviados

se afanan por sus plantas poner en la larga cuesta.

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