miércoles, 4 de mayo de 2011

El castigo en castellano

El castigo (695-702)

Tanto distaban de lo alto cuanto de una vez marchar una saeta

enviada puede: volvieron sus ojos y sumergido en una laguna

todo lo demás contemplan, que sólo sus techos quedan;

y mientras de ello se admiran, mientras lloran los hados de los suyos,

aquella vieja, para sus dueños dos incluso cabaña pequeña,

se convierte en un templo: las horquillas las sustituyeron columnas,

las pajas se doran, y de oro cubiertos los techos parecen.

y cinceladas las puertas, y cubierta de mármol la tierra.

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